En busca de...

Este es un espacio que tiene como único objetivo abrir el debate para dar paso a la reflexion. En él, queridos amigos/as, se encontraran con acontecimientos, situaciones y, por sobre todas las cosas, reflexiones sobre la vida misma. Cualquier coincidencia y/o similitud que encuentren con la realidad fue intencionalmente buscada.
El futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo. Crearemos nuestra literatura, no conversando continuamente de literatura, sino escribiendo en orgullosa soledad...

Sin más que agregar, saluda atte.


RFXO.



lunes, 6 de febrero de 2012

Sobre los cambios.

Después dicen que no hay nada nuevo bajo el sol. Basta con salir a la calle y abrir los faroles un poquito nomás como para notar todo lo nuevo que hay en estos pagos. Yo no sé en que planeta viven aquellos miopes otarios que nada nuevo ven... y con algo nuevo no me refiero a la sensación de pseudo participación que da el presupuesto participativo. ¡No señor! Estoy hablando de cosas tan reales como la municipalidad misma y su vecino el casino ( que dicho sea de paso, para esta altura del doparti deben poseer los mismos dueños, o al menos los mismos moradores- merodeadores- roedores).
Yo sé - no hace falta caer en la necedad- que en los últimos 40 años no tuvimos más que dos mediocres personas a la cabeza del municipio llevándonos de la nariz por los rebuscados caminos de sus respectivos caprichos. No se necesita un microscopio para observar que el "honorable" consejo deliberante nos ha engañado durante años con su prolija fachada y el constante ir y venir de hombres y mujeres que pareciera que no tienen otra cosa en sus cabezas que la labor incesante de un municipio pujante. De más está acotar algo relacionado a nuestra siempre caritativa Iglesia y su maquina infalible de hacer pobres. Si uno tiene un poquito de conciencia e interés por el lugar en donde vive, cabe preguntarse: ¿qué habrán deliberado estos supuestamente aptos personajes para llevar a los vecinos de San Fernando a la situación actual? ¿Dónde está la verdadera ayuda cuando se le da al desposeído lo que uno descarta por viejo y/o inútil? Finalmente ¿qué sería del estado y de la iglesia si los problemas sociales en los cuales supuestamente radica su misma existencia fueran resueltos?
Volviendo al tema  que nos compete, digo que para la gran mayoría todo eso sigue igual, nada ha cambiado en muchos años. ¡Dios, la patria y la familia no lo permitan! (me imagino que esa debe ser una de las frases más gastada por los oli-garcas) Pero si me lo permiten, tranquilamente puedo enumerar sin temor a equivocación alguna más de un cambio significativo sucedidos en los últimos veinte años en nuestro querido suelo municipal.
Para empezar, nuestro suelo se hizo muy ferroso, ya que al cabo de algunos años las rejas brotaron de la tierra al ser regadas con paranoia y discriminación. Por doquier crecieron rejas. Hogares, escuelas, hospitales y plazas se transformaron en nuestras seguras prisiones. ¡¡Y pensar que antes se gozaba de una digna sensación de bienestar y tranquilidad al rodearse uno de gente!!
La gente... otro cambio está en la gente. El problema es  que  se la fue moldeando a imagen y semejanza de sus propietarios. Así, la mayoría de las personas devinieron en incultas, inseguras, recelosas, especuladoras, discriminadoras - entre otras cosas- sin siquiera tener consciencia de dicha transformación. Por último, no por eso menos importante, desapareció la salud, y con ella, su hermana la educación. No hay que olvidarse, que para algunos hombres y mujeres el metal no está en la plenitud física, intelectual y emocional de un pueblo. Todo lo contrario, estos verdaderos mineros de la ignorancia y la desnutrición saben como exprimirle hasta la última gota a sus recursos sin importar el daño que puedan generar a través de sus acciones. 
¡Y después no me vengan con que no hay nada nuevo bajo el sol! Basta con salir a la calle y abrir un poco los faroles nomás como para notar todo lo nuevo que hay por estos pagos.